Milei provoca el cierre del doble de empresas que Macri en 2025

En el contexto de la actual crisis económica argentina, las estadísticas muestran que en el año 2025 el gobierno de Javier Milei ha cerrado el doble de empresas en comparación a la administración anterior de Mauricio Macri. Según los últimos informes, durante el gobierno de Macri se registraban 492 cierres mensuales de compañías, mientras que bajo la gestión de Milei se han acumulado 859 clausuras en el mismo periodo. Este aumento dramático en la quiebra empresarial despierta diversas reacciones entre los sectores económicos del país, especialmente ante la implementación de un ajuste severo al presupuesto.

La situación ha derivado en un debate intenso entre las cámaras empresariales sobre la sostenibilidad del ajuste fiscal y las políticas económicas del gobierno. Las diferencias de opiniones se manifiestan claramente: algunas organizaciones apoyan las medidas de Milei, argumentando que son necesarias para estabilizar la economía, mientras que otras advierten que la presión fiscal y las medidas de austeridad están llevando a muchas empresas a la insolvencia. En este contexto, es fundamental considerar cómo la dinámica empresarial afecta el mercado de trabajo, incrementando el desempleo y la precariedad laboral.

Los números son alarmantes. Según el informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el cierre de empresas arroja 859 casos mensuales desde que Javier Milei asumió la presidencia. Este escenario contrasta de manera significativa con la anterior administración de Macri, donde aunque también hubo cierres, la tendencia era menos drástica. Esto sugiere un cambio de rumbo en la política económica del país que hasta ahora parece tener repercusiones negativas más profundas.

A medida que esta crisis se agrava, no solo se resienten los pequeños y medianos empresarios, sino también los grandes grupos económicos, que ven amenazadas sus estructuras. El aumento de cierres mensuales podría indicar que la economía argentina está atravesando un periodo de recesión severa. A esto se suma la falta de confianza que genera el ambiente político, donde las expectativas económicas se vuelven cada vez más inciertas, intensificando la percepción de riesgo entre los inversores.

Un factor crítico a considerar es el financiamiento. Muchos de los problemas que enfrentan las empresas surgen de un acceso limitado a créditos y a una inflación galopante. En décadas anteriores, ante situaciones similares, se establecieron marcas de recuperación que, en este caso, no parecen aplicarse dado el acelerado número de cierres. Históricamente, las crisis económicas en Argentina han dejado secuelas duraderas, tanto en la estructura empresarial como en el tejido social.

La relevancia de este fenómeno no solo radica en las cifras crudas, sino también en las historias individuales detrás de cada cierre: pequeños emprendedores, familias que dependen de negocios locales, y trabajadores que se ven obligados a buscar nuevas fuentes de ingreso. Este impacto socioeconómico podría reflejarse en demandas por parte de la ciudadanía hacia una revisión de las políticas que promuevan el cerramiento empresarial. Las repercusiones de esta situación podrían ser de largo plazo, afectando las elecciones futuras y la estabilidad política, algo que los analistas deben seguir de cerca.

Los próximos meses serán decisivos para observar cómo se atenuará esta crisis épica. La relación entre las políticas implementadas y la economía real será puesta a prueba. El cómo responda el gobierno, las cámaras empresarias y la población frente a esta creciente problemática definirá el rumbo del país en términos de crecimiento y desarrollo económico.

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