Tenía 62 años y una extensa trayectoria en el chamamé. La noticia fue confirmada por el Instituto de Cultura y por el presentador de la Fiesta Nacional del Chamamé, Raúl Báez.

El mundo del chamamé atraviesa una jornada de profundo dolor. Este miércoles 8 de octubre falleció en la ciudad de Corrientes Matías Galarza, hijo del emblemático Roberto “Zorzal” Galarza, uno de los grandes referentes de la música litoraleña. Tenía 62 años.
La noticia fue confirmada por el Instituto de Cultura de Corrientes y por Raúl Báez, conductor de la Fiesta Nacional del Chamamé, quien expresó sus condolencias públicamente. Galarza se encontraba internado desde el lunes en el Hospital Escuela, donde su estado de salud se agravó en las últimas horas.
Nacido el 1 de mayo de 1963 en Almirante Brown, Buenos Aires, Matías Galarza creció en un hogar marcado por la música y la tradición chamamecera. Desde pequeño aprendió guitarra y canto, influenciado por la figura artística de su padre.
En 1979 se unió al conjunto de Roberto Galarza, dando inicio a su propio camino en los escenarios. Poco tiempo después se radicó en la ciudad de Corrientes, donde integró la Orquesta Folklórica Municipal bajo la dirección del maestro Herminio Giménez.
Durante las décadas del ’80 y ’90, acompañó a reconocidos intérpretes del género y fue parte del conjunto “Guitarras Chamameseras”, dirigido por Mateo Villalba. En 1989, obtuvo el Certamen Canción Nueva Correntina, consolidando su nombre dentro del circuito local. También compartió escenarios con Las Hermanas Vera, entre otras figuras del chamamé.
A partir de 1996, Galarza inició una sólida carrera como solista, con la que recorrió escenarios de distintas provincias argentinas y de países vecinos. En 2009 lanzó su álbum “Amor por fin regresas”, reafirmando su compromiso con la difusión del chamamé y su profundo amor por la música del Litoral.
Artista sensible y comprometido, Matías Galarza supo construir una trayectoria marcada por la autenticidad y el respeto a la tradición chamamecera. Su partida deja un vacío en la cultura correntina, pero también un legado que perdurará en la memoria de quienes lo conocieron y disfrutaron de su talento.