Alquileres en dólares en CABA 2025: subas del 26% y barrios más caros

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), los alquileres en dólares han experimentado un aumento del 26% interanual, un fenómeno que no parece haberse detenido a pesar de la reciente calma cambiaria. Durante los primeros cinco meses de 2025, los contratos de alquiler en moneda dura se incrementaron un 15%, reflejando una tendencia al alza en el mercado inmobiliario. Este contexto se ha dado en un momento crítico para los inquilinos, que enfrentan dificultades económicas mientras intentan adaptarse a una dinámica de precios cada vez más compleja. Los barrios más caros, así como aquellos con los incrementos más significativos, marcan la pauta en este escenario.

Entre los barrios más caros para alquilar se encuentran Puerto Madero, Palermo, y Recoleta, donde los precios por metro cuadrado alcanzan cifras astronómicas. Por el contrario, zonas como Villa Luro y Parque Avellaneda han experimentado aumentos notables, aunque sus precios siguen por debajo de los picos alcanzados en los barrios tradicionales. Esta diferencia en el crecimiento de precios sugiere que el mercado se está fragmentando y que los inquilinos están revaluando sus opciones. Tal hecho, alienta a muchos a buscar viviendas en zonas menos consolidadas, pero que ofrecen mejores condiciones de costo.

La situación actual del alquiler también revela las tensiones entre oferta y demanda. A pesar del evidente aumento en los precios, los propietarios se muestran reticentes a ajustar sus expectativas en respuesta a la recesión económica. Muchos inquilinos se encuentran atrapados en contratos que no reflejan la realidad del mercado, lo que ha llevado a un mayor número de disputas legales y negociaciones tensas. Este ciclo puede resultar insostenible para aquellos cuyos ingresos no aumentan al mismo ritmo de los alquileres.

En términos de datos históricos, este aumento en los alquileres en dólares es notable respecto a 2021, cuando la situación era más estable y los incrementos eran moderados. La crisis económica y la fluctuación del tipo de cambio han influido drásticamente en el comportamiento del mercado. De hecho, las dinámicas del mercado han cambiado con la pandemia y la posterior recuperación, generando un entorno en donde el alquiler se vuelve cada vez más inalcanzable para muchos.

La situación también tiene implicaciones para el futuro. Si la tendencia de aumento de precios en dólares continúa, es probable que un número creciente de ciudadanos se vea forzado a buscar alternativas más asequibles, como convivencias o mudanzas a localidades cercanas. Esto podría afectar no solo la composición demográfica de ciertos barrios, sino también el desarrollo urbano en CABA.

Es de suma importancia para los legisladores y reguladores abordar esta problemática con urgencia. La creación de políticas efectivas que controlen el aumento de los alquileres en un contexto de inflación y crisis económica puede ser esencial para estabilizar el mercado. Sin acciones concretas, el acceso a la vivienda se convertirá en un serio desafío para una gran parte de la población.

La escalada de los precios en el alquiler está, de manera inevitable, relacionada con el valor de la moneda. En épocas de alta inflación, los propietarios han optado por indexar los contratos en dólares, lo que deja a los inquilinos en una posición vulnerable. Tal acción representa no solo un problema económico, sino también un dilema social, ya que afecta la calidad de vida de miles de habitantes de la ciudad.

Las señales que emanan del mercado de alquiler son claras y su análisis no debe pasar desapercibido. La capacidad de acceder a un hogar digno se ha convertido en una cuestión de justicia social, influyendo en el tejido social de la capital argentina. Las decisiones que se tomen en los próximos meses influirán considerablemente en la calidad de vida de sus habitantes.

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